domingo, 4 de marzo de 2012

por una vez

 pactaré con el puto diablo a cambio de que me sea concedido el gusto de odiarte

¿Sabes lo que te pasa?

 No tienes valor, tienes miedo de enfrentarte contigo misma y de decir: Está bien, la vida es una realidad, las personas se pertenecen las unas a las otras porque es la única forma de conseguir la verdadera felicidad. Tú te consideras un espíritu libre, un ser salvaje y te asusta la idea de que alguien pueda meterte en una jaula. Bueno chica , ya estás en una jaula, tú misma la has construido y en ella seguirás vayas donde vayas, porque no importa donde huyas, siempre acabarás tropezando contigo misma.

a veces ese motor se queda sin fuerza

Y llega un día en el que al despertar por la mañana, notas como que te falta algo, sí, me refiero a que lo que antes te llenaba, eso que te complementaba, que hacia que se te pasaran las horas, se ha esfumado. A veces no hace falta nada, no hay culpables, cuando un amor se apaga, cuando se evapora la magia que antes te sostenía, cuando los besos se hacen costosos y las sonrisas forzadas, no es culpa de nadie. A veces ese motor, se queda sin fuerza, y tienes que cambiar de pieza, o seguir andando, o simplemente, cambiar de vehículo, que es la mejor solución, aunque también la que mas duele, pero que tarde o temprano llega, que asumas cuánto antes, que nada es para siempre, y que pase lo que pase, debemos seguir andando.

y pensar



que la oleada que me levanta la da  ella .

Oscar Wilde

No voy a dejar de hablarle sólo porque no me esté escuchando. Me gusta escucharme a mí misma. Es uno de mis mayores placeres. A menudo mantengo largas conversaciones conmigo misma, y soy tan inteligente que a veces no entiendo ni una palabra de lo que digo.